31 marzo 2016

Madrid in Blue

  Madrid in blue no es nada, miento, es el título de este post y he elegido este título por los significados que puede tener esta palabra en inglés (reconozco que no he sido capaz de encontrar una palabra en castellano para sustituirla). Blue, porque he colocado aquí dos fotos de Madrid viradas en azul, y Blue, por la tristeza que genera ver determinadas cosa que se mueven por esta ciudad y por lo tristemente breve que será esta entrada, menos mal que por lo menos hay dos fotos que merecen la pena, pienso, y por dos motivos diferentes, pienso otra vez.



  Esta ciudad tiene muchos colores pero a veces no los vemos, por eso, lo mejor es definirlos con la mayor claridad posible para que no haya la menor duda, y yo no quiero, que al ritmo que llevamos, el “monumento” más visitado de Madrid sea la nueva tienda Primark de la Gran Vía.

28 marzo 2016

Monumento a la Constitución de 1978

 Un Teseracto de mármol de Macael es el homenaje de Madrid a la Constitución de 1978. Esta frase parecería pura ficción si no estuviera el pueblo almeriense de Macael y Madrid de por medio, aunque si uno visita las canteras de mármol, tampoco diría muy alto que está en este mundo.

  Monumento enclavado en el Paseo de la Castellana al ladito de la Plaza de San Juan de la Cruz, en un espacio que medio comparte con el museo de Ciencias Naturales, la Escuela Superior de Ingenieros Industriales y un chiringuito con una formidable terraza.

  Una de las definiciones para la figura geométrica denominada Teseracto o hipercubo, parece hecha para la propia Constitución, "una figura desplazada en el tiempo". Miguel Ángel Ruiz-Larrea fue el arquitecto que lo construyó, y tampoco estuvo muy alejado de críticas y acusaciones de plagio.

  En definitiva, yo pienso que en ese espacio compartido lo único que se salva es el chiringuito, lo demás, Constitución, Educación y Ciencias Naturales, debería ser totalmente revisado. 

05 marzo 2016

Paseo de la Castellana

  Este “paseo”, si no fuera por la cantidad de tráfico que soporta, sería de los paseos más bonitos e interesantes que hacer por Madrid, donde guiñando un ojo se pueden encontrar un buen puñado de imágenes que merecen la pena plasmar, como esta que propongo ahora (en siguientes post ya iré colgando más) en la que se aprecia como el vigilante divino siempre está presente aun en la distancia, aunque a nivel financiero hace grandes excepciones. 

  No sé exactamente el número del Paseo en que está tomada, pero sí sé que está cerca de la Glorieta de Emilio Castelar, interesante personaje, de la segunda mitad del siglo XIX, y gran orador, según cuentan, algo realmente que se echa en falta en estos días.

  La imagen tampoco está muy lejos de la embajada USA, cuna así mismo de grandes oradores, pero estos de otro tipo, siempre intentando convencernos de que existe un mal, contrario al bien que ellos representan, y al que hay que combatir. Yo hay cosas de los norteamericanos que admiro, pero hay otras que no dejan de sorprenderme y es que desde los orígenes de su reciente historia siempre han estado buscando y encontrando al malo de la película. Primero los encontraron dentro de su propia casa, pero de diferente raza, una vez acabado con ellos, buscaron a los malos entre sus propios congéneres con parecido resultado a los de diferente raza, salvo que a estos no les encerraron en ninguna reserva. Ya limpia la casa de malvados, empezaron a buscarlos por los alrededores, encontrando unos cuantos, entre ellos los españoles, asentados en una paradisiaca isla y a los que no se nos ocurrió otra cosa mejor, que “hundir” su “buque insignia” el acorazado Maine, para pasar a engrosar las filas de los malos, malísimos y con idéntico resultado que los anteriores, expulsados de la paradisiacas islas, menos mal que a ellos les pasó lo mismo, más de medio siglo después, para que la isla volviera a pertenecer a sus verdaderos propietarios. Y así siguen ellos hoy en día, los malos van cambiando pero los buenos siguen siendo los mismos y el discurso no evoluciona.