19 febrero 2016

Calle de la Morería

  Esta calle se encuentra en lo que se denomina el viejo Madrid, imagino porque será de los barrios más antiguos de la ciudad, prueba de ello es que allí vivieron mozárabes y después mudéjares y ahora vive el que puede, el que quiere o el que no tiene más remedio. El caso es que las vistas desde la parte alta de esta calle, son espectaculares y abiertas, llegando a divisarse perfectamente la sierra de Madrid.

Viaducto calle Bailen
  Yo he elegido esta foto porque me gusta y se ve el viaducto de Bailén o de la calle Segovia, nunca he sabido realmente que nombre tiene el viaducto, si el de la calle de arriba, que lo atraviesa, o el de la de abajo, que lo cruza. El caso es que así me ahorro un post, hablo de la calle Morería y saco una foto del viaducto de…, llámenle como quieran. También es cierto que esta calle en su parte alta, no tiene mucho que fotografiar, unas fachadas de lo más normal y eso sí, y repito, unas espectaculares vistas. Yo siempre he tenido la duda de qué es mejor, si vivir en una casa bonita, o que la bonita sea la de enfrente, ya sé que lo ideal sería que las dos lo fueran, pero si no, ¿qué elegirían? Yo por supuesto que lo fuera la de enfrente, que es la que vería más a menudo, la mía, salvo cuando entro por el portal, a penas la veo, a no ser que me tire todo el día colgado en la fachada, que no es el caso.

  Tanta parafernalia y todavía no he empezado lo que realmente quería contar de esta calle. Hace unos cuanto años, más de quince seguro, yo tenía el estudio de fotografía en esta misma calle, justo el portal contiguo y de mismo número, que el del Corral de la Morería, afamado tablao flamenco que debe de llevar allí más de cincuenta años.

  Cuando hice la fiesta de inauguración del estudio, entre los invitados estaba un artista Kurdo-Iraquí, con pinta de artista Kurdo-Iraquí. Él al recoger la invitación sólo se quedó con la parte en que decía fiesta y la dirección, Calle de la Morería 17. Cogió un taxi y al taxista le dijo que le llevará a la calle de la Morería 17, que iba a una fiesta. El taxista le llevó a esa dirección y se detuvo justo en frente de la puerta del tablao, el portero del Corral de la Morería al ir a abrir la puerta del taxi se fijo en el artista Kurdo-Iraquí con pinta de artista Kurdo-Iraquí y al verle, se dirigió directamente al taxista diciéndole que se lo llevara de allí, que le contara que había una fiesta privada y que el local estaba cerrado, cosa que así hizo el taxista, añadiendo que no se preocupara porque él le llevaría a otro lugar con igual o más tradición, el Café de Chinitas, no excesivamente lejos de allí. El artista Kurdo-Iraquí con pinta de tal, tras una ligera disputa con el taxista y el portero del Corral en la distancia, intentando por lo menos que le dejaran entrar para hablar personalmente conmigo, decidió que el taxista le llevara directamente a su casa, no sin antes tacharme de elitista y xenófobo de mierda.

  A los dos o tres días, cuando conseguí hablar con él por teléfono, yo me descojonaba de risa por el malentendido, pero no estoy muy seguro si a él le hizo mucha gracia.

  También, por cierto, comenté a los del tablao, que es un lujo un tanto presuntuoso, suponer que toda la gente que va a esa calle tiene que ir por necesidad a su afamado local, eso sin inmiscuirme en los criterios de selección respecto a quién entra y quién no.

No hay comentarios:

Publicar un comentario