24 noviembre 2015

Plaza de Puerta Cerrada

  El que quiera saber el porqué del nombre y de la cruz en medio de esta plaza tendrá que ir a buscarlo a otro sitio, pero seguro que tiene algo que ver con moros y cristianos, el caso es que no recuerdo una plaza, tan poco plaza, en la que confluyan en tan poco espacio tantas calles y callejones tan diversos. Para mí esta plaza tiene un encanto especial, desde hace mucho tiempo, y ya os digo que no es por el nombre y ni mucho menos por la cruz.

  Hay una pequeña taberna, estilo irlandés, en una de sus esquinas, en la que he compartido mucha charla, y muchos besos y caricias, y no es el bar de la esquina que se ve en la fotografía, bar por otra parte, que creo que lleva ahí desde que yo tengo el gusto de saborear cervezas, y eso es hace mucho tiempo, aunque sinceramente creo que habré estado en él sólo un par de veces y por necesidades del guión, o tal vez porque ahí empieza la Cava Baja y tienes sitios para tomar cervezas, vinos y jamón de todos los sabores y colores, algunos más auténticos otros más modernetes, eso va en gustos.

  En uno de los más famosos restaurantes de esa calle y de gran parte de Madrid, ese que te cobra una pasta por un plato de patatas fritas y huevos, además rotos (¡tiene los mismos la cosa!) hace ya algún tiempo, entró por la noche, cuando ya estaban recogiendo para cerrar, un señor con corona, acompañado de una señora sin corona, pidiendo que le dieran de cenar, camareros y dueño se inclinaron ante su majestad y dieron cumplida satisfacción a su petición, al terminar la cena y salir al área del bar, el dueño del local, que tenía un busto de sí mismo, creo que de bronce, justo enfrente de la barra, se despidió de los comensales parándose frente a él y acariciando el busto dijo - “Ves, cada vez me parezco más a nuestro viejo amigo*, jajá”-, su interlocutor, en un tono campechano le contestó .-“es verdad, jajá,”- otra vez risitas. Y el señor de la corona se marchó con la señora sin corona, y sin pagar, a palacio seguro que no fueron.

  Esta es sólo una historia de esta calle, que tiene muchas, ya iré contando, además, cada calle que sale de la plaza también tiene infinidad de ellas, poco a poco.

Nota: amigo*= pequeño, pero matón, dictador empadronado en Madrid durante cuarenta años. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario