La Catedral de la Almudena, como muy bien indica su nombre
es la catedral de Madrid, no me pregunten ustedes porqué, porque no lo sé,
iglesias con más tradición y más bonitas que esta hay unas cuantas en Madrid, pero seguro que tiene que ver también con tema de moros y cristianos, así que mejor pregunten ustedes al obispado, que ellos sabrán el por qué y les darán más detalles sobre este templo.
Debido a mis creencias religiosas, aún en busca y captura,
esto es lo más próximo que me permite el cuerpo acercarme a esta iglesia para sacar una
fotografía que acredite que se trata de la citada catedral, que para mí
representa una de las etapas más rancias del catolicismo que hemos vivido en
este país, con la presidencia del arzobispo Rouco Varela y la presencia en sus
muros de pinturas y vidrieras de Kiko Argüello, más conocido por ser fundador
de una supuesta secta radical, que por sus virtudes artísticas.
Mi
prima María, que es muy devota y muy de izquierdas, fue a confesarse un día y
preguntó al cura si era pecado ser católica y de izquierdas, el cura, no muy
convencido, le dijo que no, pero que procurara no acercarse mucho a las
doctrinas marxistas, porque ahí sí que podría estar en el límite de la pena y
que existen otras opciones políticas, mucho más acordes con el mandamiento de Dios
y de la Iglesia, en las que podía pensar. Mi prima lo pensó, y pensó que era más
necesario llenar la barriga de un pobre, que la barriga de un obispo. Ahora
está en una misión seglar en Mozambique y ya no tiene que confesarse más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario