Viendo el templo, se diría que los dioses, celebridades o a
quiénes fuera que estuviera dirigido este templo, hace más de dos mil años, no deberían de ser muy
importantes, imagino que ese sería uno de los motivos por el que los administradores de la región de Nubia
pensaron en mandarlo a Madrid como regalo. En cualquier caso, en este
privilegiado emplazamiento de la capital, siempre es mejor tener un templo que
no un cuartel.
Hablando de Nubia, iba a contarles aquí una historia, pero como tengo otro relato “El Origen” en otro blog, en el que la zona es protagonista, les remito allí.
Darse un paseo por este lugar es muy recomendable, y tomarse unas cervezas en cualquiera de las terrazas que hay por allí y delimitan el Parque del Oeste, más aun.
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